Ansu Fati sólo quiere renovar dos años

La renovación de Ansu Fati está enquistada. Pese a que desde el Barcelona esperaban que en los próximos días pudieran anunciar la ampliación de su contrato, éstas han vivido un frenazo en las últimas horas. Hay un serio problema en lo referente a los años de duración del contrato del jugador nacido en Guinea-Bisáu.

Las conversaciones con Jorge Mendes, representante del jugador y hombre de confianza de la familia Fati, están siendo lentas y apuntan a ir para largo después de unos primeros contactos informales que no han fructificado. Pese a que existe una gran predisposición a entenderse, sigue habiendo disparidad en muchos términos entre lo que piden para el jugador y lo que el Barça ofrece empezando por los años de duración del contrato.

Ansu Fati, asesorado por Mendes, quiere firmar el mismo contrato que selló este pasado verano Memphis Depay y que tiene una duración de dos temporada. Los culés, viendo la edad de 18 años del jugador y su margen, no quieren ni oír hablar de que pueda firmar con cualquier club del mundo gratis a partir del próximo 1 de enero de 2024.

Mendes está intentando hacer ver a Laporta y sus directivos que el mundo del fútbol ha cambiado por completo y que los contratos largos no se llevan ya. El club, por su parte, cree que se trata de una estrategia del portugués para llenar sus bolsillos con un jugador que debe cotizar muy al alza si las lesiones les respetan. No en vano, el representante portugués utiliza el mantra de que su cliente es quien se lo juega todo al firmar por tan poco tiempo con su historial de lesiones.

Reuniones improductivas

Este miércoles aterrizó en la Ciudad Condal Jorge Mendes. Los medios catalanes veían en ello la proximidad del acuerdo y una reunión más en las oficinas del Camp Nou para terminar de fraguar la renovación de Ansu Fati. Pero la visita a Barcelona del agente portugués no era para reunirse con los dirigentes culés sino para hacer una visita a la familia Fati. Existe una gran relación entre el luso y todo el entorno del jugador, al que representa desde el verano de 2020 tras dejar al hermano de Messi, Rodrigo. De hecho, han delegado todo el flujo de las negociaciones en él, en el aspecto económico y contractual, ya que deportivamente el jugador tiene claro que quiere seguir en el Barça.

Mendes hizo una visita relámpago a Ansu Fati y se marchó de la ciudad esa misma noche del miércoles, dejando en vilo al Barcelona con las negociaciones aún por cerrar. Está siendo una ampliación de contrato lenta, más de lo que esperaban desde el Barça, sobre todo de lo que deseaban. Son conscientes en el club que cualquier conversación con el agente luso es ardua pese a que la predisposición sea máxima por parte de ambos.

Otro motivo por el que está enquistada la renovación es económico. Desde el club culé son conscientes de que tendrán que hacer un esfuerzo en este sentido para desbloquear la operación aunque esperan también que desde el otro lado también exista un guiño en este sentido y se dé un paso al frente tanto en el compromiso de su barcelonismo como por entender la situación que vive en estos momentos la entidad de crisis financiera y de reestructuración deportiva.

 

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Desde el Barça ven a Ansu Fati como el heredero de Leo Messi. Fue desde el club desde donde le empujaron a que cogiera el dorsal 10 que dejaba huérfano el argentino. Su larga lesión le mantuvo en el dique seco prácticamente toda la temporada pasada pero su nivel previo y cómo ha vuelto tras ella dan esperanza en el club. Ven en él no solo un jugador con el potencial suficiente para ser el futuro líder del Barça a medio plazo, sino que también ven una figura comercial y de imagen para el barcelonismo.

Es principalmente a todo esto a lo que se agarra Jorge Mendes para apretar las tuercas del Barça en la renovación. El agente quiere que su jugador tenga un contrato acorde a lo que se le exige desde el club y lo que esperan de él, tanto en lo deportivo como en lo comercial, ser uno de los mejores pagados en esta nueva estructura salarial que ha diseñado la Junta Directiva de Joan Laporta es indispensable, incluso un esfuerzo más.

Desde el entorno del jugador se sorprendían días atrás por las declaraciones de Joan Laporta en las que veían próximo el acuerdo con el canterano, ya que conocían que las negociaciones estaban en fase inicial y que pese a la predisposición, en términos económicos estaban muy alejados, hay mucho que pulir. Con las posturas salariales aún distantes, las conversaciones por su renovación seguirán aún varias semanas más con el fin de encontrar un punto en el que ambas partes se sientan cómodas.

🔥 @ANSUFATI 𝒆𝒏 𝒂𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏 🔥 pic.twitter.com/rCkZVWjTSi

— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) October 13, 2021